Capitulo I

El joven enfundo su espada y comenzo a correr a gran velocidad detras de ella. No corria lo suficientemente rapido como para alcanzarla, pero lo suficiente para no perderla de vista.

Nidalee siguió corriendo cada vez más rápido, con más apuro. Janna frunció levemente el ceño. Finalmente, Nidalee paró de repente, frenando justo delante de Ashe. Ella se había parado como esperándola. Ashe le agarró los guantes, los Nidalee le estaba entregando con la boca. Luego se acurrucó en el suelo. Cuando Janna aterrizo, Nidalee se despertaba, de forma completamente normal.
-Y ahora?- Preguntó. Katarina y Sona reían.
-Me encanta.- Dijo Katarina mirando a Nidalee.

El joven se detubo y observo al grupo con calma.
-Las criaturas que nos atacaron en Edracia an vuelto, pero esta vez estan montado sobre perros demoniacos. Dudo que logremos huir a tiempo. Les informo. -Dudo que podamos encontrar un escondite conveniente, ya que los perros seguramente pueden rastrearnos con su olfato... Solo nos queda pelear. Dijo entonces.

Ahri le miró insegura.
-No hay... otra forma?- Preguntó, de su forma infantil. Nidalee la miró y se enterneció.
-Tú no tienes por qué luchar.- Dijo y sonrió.
-No te necesitaremos en la lucha, serás obstáculo.- Dijo Sivir. -No lucharás.-

-Recuerden que nuestros enemigos montan perros, por lo tanto, no podran escalar los arboles. Si luchamos desde estos, solo los arqueros podran atacarnos. Ellos seran los que mataremos primero. Explico.

-Yo puedo atacar desde los árboles.- Dijo Ashe. Su voz, como siempre, fría, dura, bastante baja, grave. Ahri se estremeció. Ashe sacó el arco y puso una flecha.

-Alguien mas puede pelear desde los arboles aparte de la señorita y yo? Pregunto entonces.

Sona levantó la mano.
-Yo puedo.-
Ahri miró a Luxen haciendo un puchero.
-Puedo yo también? Me gusta pelear, pero esas cosas no me gustan.-

El joven miro a Ahri.
-Si quiere pelear puede hacerlo y si no, es preferible que se siga huyendo con el resto, nosotros haremos nos encargaremos. Explico con calma.

Ahri frunció el ceño.
-No, yo me quedo. No voy a irme sin proteger.-

-Bien. Dijo entonces el joven subiendo a la rama de un arbol y observo a Janna.

-Siguan corriendo hacia el este. Dijo entonces.

Janna le miró.
-Nos quedaremos peleando, todas.-

-Deacuerdo. Subanse a un arbol. Dijo entonces.

Todas se subieron. Ashe ya apuntaba con una flecha.

Pronto los pequeños jinetes llegaron y empezaron a rodear a los arboles en los cuales se habian subido los jovenes. Los arqueros se acercaban lo mas posible para disparar sus flechas, pero estas no tenian mucha presicion.

Ashe se apresuró a disparar la primera. Ahri y Sona empezaron a hacer magia para atacar.

Luxen disparaba multiples relampagos hacia sus enemigos, saltando de arbol en arbol, para esquivar las flechas.

Cuando una flecha alcanzó el hombro de Sivir, Ahri gritó y se acercó para ayudarla. Sivir la apartó bruscamente, arrancándose la flecha y tirándola a un lado.
-Estoy bien, quita.- Dijo apretando los dientes.

Luxen lanzo una bola de fuego contra uno de los jinetes, acabando a la vez con el duende como con el perro. Los canes intentaban a veces de trepar a los arboles, pero sus garras no estaban preparadas para ello.

Ahri y Sona seguían atacando con magia, Nidalee cuidaba de Sivir, Katarina intentaba concentrarse y Ashe continuaba tirando flechas. Janna miraba desde arriba, y de vez en cuando atacaba.

Al ver que acababan con los arqueros tan facilmenete, Luxen pego un salto hacia el suelo y comenzo a pelear con los duendes que se le abalanzaban ensima. Clavo la espada en el suelo y se dibujo un pentragrama de luz azul en el suelo. Pronto, del cielo comenzaron a caer pequeñas descargas electricas, que golpeaban cada tanto a las criaturas que se acercaban a Luxen.

Sivir bajó, ya que a ella se le daba mejor el cuerpo a cuerpo.

Luego de un rato el efecto del hechizo se deciso, por lo que el joven demonio retiro su espada y continuo peleando. Mientras peleaba con tres duendes al mismo tiempo, uno salto por detras y le dio un golpe en el costado izquierdo, justo abajo de la pechera, por lo cual esta no pudo protegerle. Sin embargo, a pesar del dolor, el muchacho actuo rapidamente y asesino a su atacante.

Janna se fue de un salto rápido y ágil al lado de Luxen. Mientras éste peleaba, le puso una mano en el pecho para frenarlo y otra en el costado izquierdo para curarlo. Cuando lo curó, casi al instante, lo soltó y siguió luchando abajo, sin mirarlo.
-De nada.- Murmuró, antes de que él dijera algo. Pegó un salto y se fue al lado opuesto, a atacar desde allí.

Una vez curado, Luxen siguio peleado.
"Tendre que usar la magia de la luna..." Penso, ya que esta era la que mejor sabia usar y podria ayudarle mucho. Murmuro unas palabras en una lengua desconocida y la hoja de su espada se envolvio en llamas blancas. Cada golpe que daba acababa con un enemigo y pronto, los duendes comenzaron a retirarse, al ver que no prodrian ganar.